En Mandri Detectives, somos testigo del aumento de la ludopatía juvenil y, como consecuencia de ello, del incremento de la demanda en la contratación de servicios de seguimiento realizados por detectives privados para aportar pruebas que ayuden a aclarar la situación.
El concepto de “juego” en nuestra sociedad ha ido cambiando, a medida que han ido proliferando las aperturas de casas de apuestas en la gran mayoría de las ciudades. A todo ello, hay que sumarle también el aumento de portales “on line”, donde cualquier joven puede acceder para apostar con suma facilidad. Durante las retransmisiones deportivas, especialmente el fútbol, las casas de apuestas realizan anuncios gancho con posibles resultados y variantes, conforme va desarrollándose el partido.
En Mandri Detectives, nos hemos dado cuenta que ha cambiado el concepto de juego en la juventud, que ha pasado de tener una función lúdica donde el objetivo era distraerse y pasar las horas, a ver el juego como un negocio, como una manera rápida y fácil de ganar dinero.
Para el detective privado, es fundamental detectar este problema en sus comienzos, que es cuando empieza la adicción al juego. Es de vital importancia, en estos casos, estudiar el entorno del joven, como por ejemplo las amistades.
El joven puede engancharse al mundo de las apuestas por varios motivos, pero para Mandri Detectives, dos son los cruciales o más importantes:
– que el adolescente durante sus primeras apuestas obtenga una ganancia elevada económicamente hablando (sería lo peor que le puede pasar para engancharse)
– que vea en su entorno más cercano de amistades que alguien ha conseguido esa ganancia y que por tanto pueda pensar que a él le pueda suceder lo mismo.
En Mandri Detectives privados, somos conscientes del duro paso que tiene que dar la familia cuando decide ponerse en contacto con un profesional de la investigación privada para saber si su hijo/a está teniendo problemas con el juego. Es por ello, y por nuestra experiencia, que garantizamos tratar el asunto con la máxima profesionalidad, delicadeza y tacto. Además, las consecuencias del juego patológico no implican sólo a las personas afectadas, sino también a sus familias, su entorno laboral y de amistades, en definitiva, a la sociedad en general.
Generalmente, el proceso hasta llegar a contactar con el detective privado tiene diferentes fases:
1ª fase: La familia no es consciente de que su hijo/a tiene un problema de tipo ludópata. Sí se han percatado que el joven pasa mucho tiempo encerrado en su habitación y que se comunica poco con el resto de la familia e incluso, en ocasiones, tiene algún comportamiento violento en casa. Suele estar muy pendiente del teléfono móvil.
2ª fase: Alguno de los miembros de la familia comienza a ser más consciente del problema. Comprueba cómo el joven está muy pendiente del ordenador, ha pedido dinero extra o sale de casa en horas concretas y tarda en volver.
3ª fase: Los progenitores comienzan a vigilar los movimientos del joven, intentan hablar con él, pero éste niega que le ocurra algo. Mientras tanto, la familia ve cómo su hijo/a les pide o les ha robado dinero o su actitud es cada vez más introvertida.
4ª fase: Los padres alcanzan su nivel de preocupación máximo, no son capaces de gestionar la situación y el diálogo con el joven no funciona. Deciden que es entonces el momento de contratar un detective privado para constatar si sus sospechas son reales.