Este mes, en el blog de Mandri Detectives, hablamos sobre «el detective privado: desmontando mitos».

Nuestra profesión poco o nada tiene que ver con la imagen errónea mostrada en películas y series y, aunque nos esforzamos a diario en aclarar cuál es nuestra función, aquí van algunas apreciaciones que consideramos importantes a la hora de dar a conocer la profesión y para aquellas personas físicas o jurídicas interesadas en la contratación de nuestros servicios:

 

  • Formamos parte del personal de seguridad privada junto con los vigilantes de seguridad, escoltas privados, guardas rurales, jefes de seguridad y directores de seguridad.

 

  • Para ejercer como detective es necesario formarse obteniendo un título universitario de grado en el ámbito de la investigación privada o el título del curso de investigación privada, siempre reconocidos por el Ministerio del Interior.

 

  • Estamos habilitados por el Ministerio del Interior, para ello contamos con la Tarjeta de Identidad Profesional (TIP) y, no solo eso, para ejercer como detectives debemos estar dados de alta como despacho en el Registro Nacional de Seguridad Privada. Si tienes pensado contratar una agencia de detectives, solicita siempre el número de TIP así como el número de despacho. De esta manera te asegurarás de que estás contratando un despacho de detectives privados habilitado como tal.

 

  • No vestimos con gabardina ni llevamos una lupa en la mano. Al contrario, nos mimetizamos en el entorno con el fin de pasar desapercibidos. En  ocasiones, utilizamos diferentes disfraces para ocultar nuestra verdadera identidad.

 

  • No estamos por encima de la Ley. Tampoco somos súper héroes. No podemos saltarnos semáforos o señales de “stop”; las multas nos llegan como a cualquier otro ciudadano.

 

  • De acuerdo a la Ley de Seguridad Privada, no podemos investigar delitos perseguibles de oficio. Por otro lado, si durante el ejercicio de nuestra actividad somos testigos de un posible hecho delictivo, debemos detener la investigación y darlo a conocer a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

 

  • A diferencia de otros miembros del personal de seguridad privada en algunos de sus servicios, los detectives no podemos portar armas.

 

  • No se puede investigar a cualquier persona, la persona que encarga la investigación debe tener una legitimidad y le pediremos documentos que así lo acrediten (libro de familia, contrato de trabajo…)

 

  • Los detectives ratificamos en juicio los informes aportados como prueba en los diferentes procesos judiciales en los que intervenimos. Se nos considera “testigos cualificados”.

 

Seguramente con estas nociones haya quedado más claro cómo trabaja el detective y hayamos ayudado a desmontar el mito que le rodea. No obstante, si estás pensando en contratar servicios de investigación privada, contacta con Mandri Detectives. Te informaremos sobre la legitimidad de tu encargo y diseñaremos las acciones más indicadas para que la investigación llegue a buen puerto.

 

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